Un obispo de Santa Fe (Mexico) quería construir una capilla, murio poco antes de terminarla y con el problema de que no se podia acceder desde la planta baja al coro y no habia espacio pa una escalera. Al ver que no aparecía solución, las hermanas ofrecieron una novena a San José, y misteriosamente, el noveno día, un extraño llamó a la puerta y abrió la madre superiora. El hombre la hizo y al terminarla desapareció sin dejar rastro.
La escalera está hecha sin clavos ni ningún tipo de pegamento, solo con piezas ensambladas. Mide 6,70 metros y da dos vueltas de 360 grados perfectas y no se sustenta con ningún pilar. La madera no proviene de ningún árbol de la zona y además cuenta con 33 peldaños, la edad de Cristo.
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